Por: Luis Fernando Heras Portillo
Desarrollador de negocios turísticos, comerciales e industriales
México es un país increíblemente diverso. En realidad, somos como 32 naciones dentro de una sola República. Por eso somos una entidad federativa, compuesta por 32 estados confederados libres y soberanos que buscamos, en esencia, lo mismo. Nos consideramos hermanos, compatriotas, con los mismos intereses y pertenecientes a la misma patria y nación.
Buscamos el progreso, la paz social y lo mejor para nuestras comunidades, ya sea en nuestras colonias, ejidos o comunidades rurales. Tanto la gente de la periferia como de las colonias populares, las clases medias y los sectores productivos, todos somos mexicanos.
A lo largo de la historia, especialmente en los últimos 100 años, pareciera que hemos sido varios países al mismo tiempo. Esta es la complejidad que nos otorga ser un país tan diverso, rico, extenso y alegre, un México plural, político, social y económicamente; pero también dividido en el norte y el sur, con el centro como un punto de encuentro. Estos tres grandes polos, siempre han marcado lo que es México.
Es importante comprender, que el desarrollo económico, político y social de cada una de las 32 entidades federativas debe ser captado y entendido como parte de una república, pero con un pacto federal. Todos contribuimos con el pago de impuestos para el gobierno federal, en teoría, un gobierno federal para todos, ALGO QUE LAMENTABLEMENTE NO ES REAL YA QUE LA CONCENTRACIÓN DEL PODER, CENTRALISMO Y TOMA DE DECISIONES DISCRECIONALES BENEFICIAN AL SUR PERO AFECTA AL NORTE; el presidencialismo y la sumisión del poder legislativo al presidente, especialmente en materia de ejercer el presupuesto a su antojo, lesiona el espíritu del federalismo y atenta contra la dignidad de las regiones que no reciben estímulos fiscales, concesiones y apoyos para infraestructura, etcétera.
Es crucial señalar, que en el criterio del gobierno federal se presentan muchos puntos de vista importantes que deben ser entendidos recientemente. La semana pasada, el Presidente de la República anunció algo ( que como empresario, veo como altamente positivo para México) . No obstante, también lo considero inequitativo, discriminatorio y perjudicial para otras regiones del país.
¿A qué me refiero? se anunciaron, al estilo capitalista que suelen utilizar los gobiernos de derecha en el mundo neoliberal y conservador, estímulos fiscales especiales para los inversionistas extranjeros o nacionales que se instalen en los 10 parques industriales contemplados en el proyecto transoceánico que se está llevando a cabo en el Istmo de Tehuantepec (con recursos públicos).
Recordemos que se está construyendo un tren transístmico que partirá desde Veracruz, atravesará el Istmo de Tehuantepec y llegará hasta Salina Cruz en Oaxaca. Este tren tendrá como objetivo principal transportar carga, especialmente energética, gas, petróleo y mercancías, desde el océano Atlántico hasta el océano Pacífico. Se espera que este proyecto sea un gran corredor terrestre equivalente al Canal de Panamá.
Es importante tener en cuenta que el Canal de Panamá efectivamente es un cruce de dos océanos, pero atraviesa tierra. Se realizó una inversión multimillonaria hace muchos años para construir el canal, el cual estaba controlado por Estados Unidos y por donde pasan millones y millones de toneladas de mercancías que se dirigen desde Europa hacia diferentes destinos.
En el caso de México, se está llevando a cabo una iniciativa similar, pero sin agua, es decir, sin un canal por el cual transiten los barcos. En su lugar, se utilizarán trenes para transportar la carga desde los barcos a lo largo del Istmo, ya sea desde el Pacífico hacia el Atlántico o viceversa. Personalmente, estoy familiarizado con este proyecto, ya que tuve la oportunidad de participar en su diseño brindando asesoría y aportando mis puntos de vista desde una perspectiva empresarial.
Lo que estoy mencionando, es un proyecto que busca impulsar el desarrollo de toda esa zona sureste de México. Vale la pena recordar, que en el sureste del país ya se está llevando a cabo la construcción del Tren Maya, que atraviesa importantes estados como Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche y parte de Veracruz. Estos proyectos tienen como objetivo detonar el crecimiento económico, turístico, comercial y de servicios en el sureste de México. Y EL NORTE ¿?
Además del Tren Maya, también se está desarrollando en el sureste el proyecto de la refinería Dos Bocas, junto con el mencionado proyecto transoceánico.
Este corredor transoceánico, no solo contará con un tren que transporte carga y genere un importante impacto económico, sino que también se establecerán diez parques industriales.
Esto implica que será atractivo para aquellos inversionistas que recibirán tierras casi de forma gratuita y contarán con una infraestructura abundante. Será prácticamente imposible para aquellos que se encuentran en el centro, noreste y noroeste del país competir con aquellos que reciben subsidios del gobierno.
Estos inversionistas, no pagarán impuestos sobre la renta, contarán con terrenos a precios accesibles, suministro de agua y energía eléctrica, gas natural, conectividad a través de carreteras y aeropuertos, así como acceso a los puertos para recibir grandes embarcaciones.
Entonces, aquellos que han dedicado su esfuerzo a la industrialización del país con sus propios recursos durante décadas, en vez de RECIBIR ESTIMULOS Y APOYOS, RECIBEN DESPRECIO Y UN INJUSTO MODELO DE COMPETENCIA DESLEAL y se enfrentarán a una competencia desigual. En el caso del norte, como Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Baja California, Chihuahua y Sonora, por mencionar algunos, formamos parte de la frontera con Estados Unidos y deberíamos ser naturales para recibir grandes inversiones y estímulos fiscales.
En lugar de eso, vemos inversiones del gobierno federal enfocadas en otros lugares. Por ejemplo, en el caso de SONORA, el gobernador Alfonso DURAZO anunció la creación de cinco parques industriales, pero está luchando para obtener tierras de particulares que se asocien con el estado, ya que no cuentan con suficiente financiamiento estatal ni apoyo de la federación. En cambio, el gobierno está destinando el dinero de todos los mexicanos a los diez parques industriales mencionados allá en el Sureste.
Se está haciendo un gran esfuerzo para modernizar y desarrollar estos nuevos polos de desarrollo regional, atrayendo inversionistas extranjeros y nacionales. El gobierno les está proporcionando todo con el dinero proveniente de los impuestos que pagamos, tanto aquellos en el centro como en el noreste y noroeste del país.
No estoy diciendo que los del sureste no paguen impuestos, pero si observamos su aportación al Producto Interno Bruto y la recaudación fiscal, prácticamente excluyendo al sureste, podemos notar que la mayor parte de la riqueza y los impuestos provienen del centro, noreste y noroeste del país. INVERSIÓN PÚBLICA SESGADA A LA REGIÓN DEL SURESTE INEQUITATIVA ES EL MAS CLARO REFLEJO DE QUE SE DECIDE EN BASE AL AMOR PRESIDENCIAL POR SU TIERRA DE ORIGEN.
Es totalmente injusto y desequilibrado que se otorguen estímulos fiscales en nuevos polos de desarrollo regional, mientras los polos existentes se están secando y muriendo debido a la falta de inversión federal en infraestructura, especialmente para aprovechar la cercanía con Estados Unidos y contar con parques industriales dignos y una oferta inmobiliaria atractiva para todos los interesados. No se debe dejar toda la carga exclusivamente a la iniciativa privada, ya que es imposible competir contra el dinero del gobierno, que no les cuesta a ellos, sino a nosotros, los contribuyentes. LOS PARQUES INDUSTRIALES DEL CORREDOR INTEROCIÁNICO ES UN FAVORITISMO POPULISTA CARGADO DE REGIONALISMO.
En pocas palabras, nosotros estamos subsidiando esos estímulos fiscales y los parques industriales para que se instalen todas estas empresas, no me opongo a que miles y miles de ellas lleguen desde Asia y otros países para establecerse en México, ya sea en el sureste, centro, noreste o noroeste. Lo que sí me preocupa, es la falta de equidad, la desventaja y la competencia desigual, así como el hecho de que todo el presupuesto público, proveniente de nuestros impuestos, se destine a estos proyectos de parques industriales del corredor interoceánico.
OTORGAR estímulos fiscales a todos los estados fronterizos con Estados Unidos, como Sonora, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, PODRÍA SER LA MANERA DE COMPENSAR, podríamos aprovechar y convertirnos en destinos atractivos para aquellos que deseen invertir específicamente en el fenómeno del Nearshoring o relocalización de empresas asiáticas a México.
Sería maravilloso, ya que todos podríamos tener la condición de ser paraísos fiscales, al menos al inicio de las empresas. Si además sumamos la inversión del presupuesto federal en infraestructura para equipar esas tierras que seguramente están disponibles en todas partes, pero los estados no cuentan con los recursos ni la capacidad para hacerlo por su cuenta, estaríamos hablando de un México más progresista, equilibrado y, sobre todo, justo, entre iguales.
Gracias.
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