Por: David Guirado
En el marco de la conmemoración del Día de la Mujer, la Sección 54 del SNTE rindió un homenaje a la maestra Rosalva Peraza, por 55 años de trayectoria como docente, quien ha sido una figura clave en la formación de muchas generaciones de estudiantes en la Perla del Mayo.
La maestra Rosalva Peraza nació en Navojoa, Sonora, México en 1933. Se casó con Antonio Flores Franco y tuvo dos hijos, Martin y Rosalva. “Chavita”, de cariño, tuvo una gran vocación por la enseñanza desde temprana edad y con la ayuda de sus padres, Candelario Peraza Palacio y María Cristerna Galindo, comenzó sus estudios de Normal Primaria en el primer centro de capacitación magisterial en la ciudad de Hermosillo, Sonora.
Después, decidió realizar su especialidad en la “Normal Superior de Nueva Galicia” en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, guiada por su gran gusto por las matemáticas.
La maestra “Chavita”, comenzó su carrera docente en la Escuela Primaria “Ing. Felipe Salido” en Navojoa, Sonora, en 1950. Continuó su labor docente en diferentes escuelas hasta su jubilación en 1983 en la Escuela “Profr. Othón Almada”. Después de su jubilación, trabajó en el Colegio Secretarial del Noroeste por 19 años y posteriormente fue invitada a colaborar como maestra de matemáticas en nivel secundaria en el Colegio Santa Fe, donde finalmente culminó su trayectoria como docente después de 55 años.
La maestra Rosalva Peraza ha sido una activista sindical y siempre le gustó ser muy participativa en la defensa de los derechos de los trabajadores, siendo parte de una agrupación estatal conocida como FEM que promovía el trato digno al personal del magisterio. Posteriormente ayudó a consolidar el Sindicato Nacional de Trabajadores del Estado (SNTE), en donde estaban aún más protegidos los derechos de los docentes.
Actualmente, a sus 90 años, goza de buena salud y la chispa que siempre la ha caracterizado, lo que le ha permitido seguir participando activamente en su organización sindical. Tiene una buena relación con ex alumnos y padres de familia quienes la recuerdan, le agradecen y la visitan con mucho agrado.
La vida de la maestra “Chavita” Peraza es un verdadero legado en la Perla del Mayo. Su amor y dedicación por la enseñanza han tocado las vidas de innumerables generaciones de estudiantes y han formado a grandes profesionistas y personas. Su activismo sindical ha sido una muestra de su incansable lucha por los derechos de los trabajadores, dejando un impacto duradero en todo el estado de Sonora.
A sus 90 años, la maestra Peraza sigue siendo un modelo a seguir para todos aquellos que la conocen. Su entusiasmo y vitalidad son un testimonio de su compromiso con la educación y su deseo de servir a la sociedad. Navojoa está orgulloso de contar con una persona tan dedicada y valiosa como ella en su historia, un legado indeleble que seguirá inspirando a las generaciones venideras de alumnos y maestros.
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