El presidente ruso, Vladímir Putin, ha afirmado este domingo que está listo para negociar y encontrar una solución al conflicto en Ucrania, que ya ha cumplido 10 meses. “Estamos listos para negociar con todas las partes involucradas acerca de soluciones aceptables, pero está en sus manos. No somos nosotros los que nos negamos a negociar, son ellos”, ha afirmado el día de Navidad, en una entrevista en la emisora pública nacional. “Creo que estamos actuando en la dirección correcta, estamos defendiendo nuestros intereses nacionales, los intereses de nuestros ciudadanos. Y no tenemos otra elección que protegerlos”, ha añadido el mandatario, que ha culpado a Kiev de bloquear el diálogo.
Las autoridades ucranias han reaccionado a las palabras de Putin denunciando que su intención real no es negociar, sino “eludir responsabilidades”, según ha publicado en Twitter el asesor a la presidencia de Ucrania, Mijaílo Podoliak. “Rusia está atacando Ucrania y matando a sus ciudadanos. No hay otros países, razones, geopolíticas”, ha añadido. Ante el temor a ataques rusos, durante toda la mañana, la alarma antiaérea ha estado activada en todas las regiones del país, incluida la capital.
En su intervención, Putin ha acusado a Occidente de querer “dividir” Rusia. A la vez, ha defendido que el objetivo de su Gobierno es “unir al pueblo ruso”. “Todo se fundamenta en la política de nuestros adversarios geopolíticos, que buscan dividir a Rusia; la Rusia histórica. Nuestro objetivo es otro: unir al pueblo ruso”, ha dicho. Hace unos días, justo después del viaje exprés del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, a Washington, Putin ya dijo que quería el fin de la guerra: “Todos los conflictos armados terminan con gestiones diplomáticas”. “Nuestro objetivo no es aumentar la rueda del conflicto, sino lo contrario: acabar esta guerra. Nuestros esfuerzos van en esa dirección y nos seguiremos esforzando. Y, por supuesto, cuanto antes, mejor”, explicó el jueves el mandatario en una rueda de prensa en el Kremlin.
La Casa Blanca quitó relevancia al tono aparentemente pacificador de Putin, explicando que este no había mostrado ninguna indicación real de su predisposición a negociar el final de la guerra. “Más bien al contrario”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby. “Todo lo que está haciendo [Putin] es escalar la guerra”. Kirby afirmó que el presidente estadounidense, Joe Biden, estaría dispuesto a hablar con Putin siempre que este mostrase “seriedad sobre la negociación” y previa consulta a Ucrania y al resto de aliados occidentales.
El presidente ruso tenía previsto presentar, “este lunes o martes” la respuesta de Moscú al tope de 60 dólares por barril que la UE, el G-7 y Australia han puesto al petróleo ruso. Putin afirmó que su país no saldría perjudicado por esa medida: “No perdemos nada por el tope ese”. A pesar de esa afirmación, el presidente ruso vaticinó una drástica subida de los precios del crudo, que ha relacionado con la decisión de Occidente.
El líder ruso también se refirió a las explosiones registradas a finales de septiembre en los gasoductos Nord Stream, que atraviesan el mar Báltico y que sufrieron unos daños sin precedentes por esas deflagraciones. Las investigaciones realizadas, que encontraron restos de explosivos, descartaron que fuera un accidente; concluyeron que se trataba de un “sabotaje flagrante” y lo definieron como una amenaza híbrida. Aunque Rusia es el principal sospechoso para los tres gobiernos que investigan el asunto (Alemania, Dinamarca y Suecia), así como para diversos expertos, no se han formulado acusaciones formales. Moscú, por su parte, apunta a Occidente, mientras que Putin ha insistido esta semana en que “el atentado” no se está investigando. Además, el 20 de diciembre, se registró otra explosión en otro gasoducto: en el de Urengoi-Pomary-Uzhhorod, una tubería de una filial de Gazprom que atraviesa Ucrania y que es una de las dos únicas rutas para que el gas ruso llegue desde el Ártico a Europa tras el sabotaje del Nord Stream.
Vía: el País
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