Por David Omar Guirado
Sin duda, somos testigos de un cambio de paradigma financiero que va de la mano de la era electrónica. Recientemente el Banco de México (Banxico) anunció que prepara una moneda digital para lanzarla en 2024.
A finales de 2021 ya se vaticinaba que Banxico planeaba introducir una moneda digital propia, que permitiría avanzar a una mayor inclusión financiera en el país y ahora fue anunciada de manera oficial. Esta moneda de Banxico tendrá un carácter minorista, lo que significa que estará al alcance de cualquier ciudadano.
De este modo, se abrirán las oportunidades para que más mexicanos tengan acceso a los pagos digitales y contará con la seguridad de que opera bajo un marco regulatorio, en este caso del Banco Central mexicano.
A todo esto ¿qué es una moneda digital?, la moneda digital es una forma electrónica de moneda con todas las propiedades innatas del dinero físico, lo que permite intercambios inmediatos que se pueden ejecutar de manera consistente para realizar transacciones en todo el mundo mientras se asocian con dispositivos y redes compatibles.
¿Cuál es la diferencia entre una moneda digital y el dinero de las transferencias electrónicas actuales?, que el dinero de las transferencias, pagos con tarjeta, etc. tiene un respaldo en dinero físico (papel o metal) del cual puede disponerse en cualquier momento.
Ahora ¿cuál es la diferencia entre una moneda digital y una criptomoneda?, las criptomonedas, como Bitcoin y el Ethereum son un tipo de moneda digital que no tienen un emisor concreto, que están protegidas por criptografía y que en principio su coherencia puede estar protegida por una comprobación de sus usuarios masiva y distribuida.
Por tanto, las criptomonedas son dinero digital. Pero al contrario que otras monedas digitales, no tienen un control centralizado, sino que está distribuido y basado en criptografía para evitar la manipulación de alguno de sus miembros y su precio está sujeto a la volatilidad de los mercados.
Todas las criptomonedas son monedas digitales, pero no todas las monedas digitales son criptodivisa.
¿Para qué sirve una moneda digital en un país como México?. La simple mención de los planes de lanzamiento emana aires de modernidad al Banco de México. Se trata de un tema de moda y atractivo para gran parte de la población joven del país, entre otras cosas por el boom de activos digitales como el Bitcoin y los NFTs.
Solo con anunciar los planes, la autoridad monetaria en el país quiere dejar en claro que se encuentra a la vanguardia, en un asunto que ocupa y preocupa a los bancos centrales por lo largo y ancho de la geografía mundial. Es el futuro del dinero en la era digital.
Actualmente más de cien países se encuentran en proceso de implementar monedas digitales. Solo en China 261 millones de personas participan en el programa piloto de Yuan electrónico.
A comienzos de marzo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden hizo oficial la noticia de la creación del Dólar Digital, un proyecto del cual se encuentran estudiando los riesgos y beneficios que puede representar para la economía mundial y esperan concretar en un lapso de dos años.
Así mismo, el Banco Central Europeo (BCE) arranca lentamente el diseño del euro digital con el objetivo de ponerlo en marcha de cara a 2025.
En este contexto global, no es raro que el Banco de México se encuentre en la ruta y fije una meta de tres años para el lanzamiento del peso digital. No vamos precisamente a paso rápido.
Más allá del tema de imagen, se trata de un desarrollo relevante en la política monetaria mundial que responde a un cambio de paradigma económico. La aparición de las monedas digitales es comparable, según algunos expertos, al lanzamiento de los billetes de papel, que empezaron en Inglaterra a finales del siglo XVII.
En ese entonces, la adopción del uso de los billetes tardó muchos años, incluso décadas. La mayoría de la gente desconfiaba de esos pedazos de papel que pretendían valer lo mismo que monedas que bien podrían valer su peso en el material en el que estaban hechas como plata u oro.
El caso del dinero digital representa a su vez entusiasmo y desconfianza, pero un escenario parecido vivimos hace unos años con el nacimiento de los pagos electrónicos con tarjeta o recientemente con las compras por internet.
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