El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió una de las noticias más esperadas en vísperas de la consulta sobre la revocación de mandato a celebrarse el domingo, la cual ha calificado como “triunfo”: el aval de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a la ley eléctrica que llevaba un año atascada en los tribunales.
El máximo órgano judicial de la nación desbloqueó el pasado jueves una iniciativa clave de su gobierno, que reordena el sector devolviendo a una empresa del Estado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) la gestión mayoritaria del mercado en su ámbito.
“Fue una decisión histórica, patriota”, celebró el mandatario federal el viernes durante su conferencia de prensa matutina. La paralización de la ley por los recursos presentados por empresas privadas había dejado la puerta abierta a una reforma constitucional que, finalmente, quedó en el tintero por la falta de acuerdos al interior del Congreso.
La bancada oficialista de Morena necesitaba el apoyo de una parte de la oposición, que, de entrada, expresó su negativa; pero en esta ocasión podrían ceder más que la última vez.
¿Significa esto que ya ganó la partida la Presidencia de la República y la legislación ya se aplica? No. Queda un camino muy largo por recorrer.
Lo que pasó ayer es que no hubo votos suficientes en la Corte para declarar inconstitucionales las reformas a la ley porque para ello se necesita la mayoría calificada de al menos ocho ministros y solo hubo siete a favor y cuatro en contra. Pero todavía quedan decenas de amparos en curso.
Ante este escenario, la bancada morenista pidió que hubiera dos sesiones del pleno de la Cámara de Diputados, la próxima semana para votar la reforma constitucional en materia eléctrica. Por lo pronto, la propuesta va sin ningún cambio sustantivo a la iniciativa enviada por AMLO.
Las modificaciones al interior de la reforma son más cosméticas que sustanciales, lo que hace inclinar las probabilidades hacia un escenario con un Congreso en el que no pudieron lograr la mayoría calificada requerida sino una mayoría simple. El Presidente entre tanto se encuentra impaciente.
La reunión se llevará a cabo en formato semipresencial en San Lázaro, en el que buscarán regular el proceso de análisis, discusión y en su caso, aprobación de la iniciativa de reforma a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Mexicana.
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