Hace unas semanas dejamos atrás las pasarelas deshabilitadas, apagamos las luces del escenario, guardamos el maquillaje y las nuevas colecciones, nos despedimos temporalmente de lo que fue septiembre-octubre, la semana de la moda.
Posterior al caos de los desfiles y ediciones de septiembre que por un momento se volvieron como obstáculos que debíamos superar, esto debido al confinamiento, volver no fue fácil. El regreso a las pasarelas se convirtió en un retorno al pasado, puesto que muchos de los integrantes de la organización de los desfiles tuvieron que reinventar el regreso a los escenarios del Fashion Week Spring Summer 22, devolviéndonos aquellas experiencias inolvidables.
Una historia no puede ser contada por el final, o al menos no lo entenderíamos, es por ello que de aquí surge la pregunta del millón ¿cómo nació la semana de la moda?. En la actualidad los desfiles se han convertido en los principales pilares de la industria, los cuales se han transformado en una tradición para los amantes de la moda, que año con año asisten a cada uno de ellos.
Hablemos de Charles Frederick Worth, quien ha sido uno de los pioneros en la industria, llevando el diseño de la moda a un nivel que hasta ahora no ha ido en declive, pues sigue siendo reconocido hasta la actualidad como el que da inicio a toda una era.
A finales del siglo XIX, Charles llegó a París en una época en la que la capital sufría de un cambio político y social, quizá en el momento más inoportuno para algunos, o por lo contrario, oportuno para los demás, ya que en ese tiempo los modistas se mantenían en total anonimato, ya que creaban piezas 100% a petición del cliente. En ese momento, Worth decidió establecerse y firmar sus prendas bajo la leyenda “House of Worth”, dando a conocer por primera vez su marca.
Quizá para Charles se convertiría en el primer escalón hacía la construcción del imperio de la moda, pero para nosotros creó más que una historia, una revolución. Esta decisión lo convirtió en el primer Couturier de la industria. El modista cambió totalmente la narrativa de aquella época, puesto que sería él quien diseñaría para sus clientes, dejando de ser solamente la mano de obra, convirtiéndose en el primer diseñador que creó piezas a su gusto, las cuales tiempo después se convertirían en el deseo de los demás.
Para Worth, el tiempo trascendió rápido, en 1858 estableció su casa de moda en la Rue de la Paix en París, con ello, comenzó a llevar a cabo una serie de ideas que años después cambiaron el rumbo de la moda, la decisión de establecer su propia casa lo llevó a los siguientes pasos, presentar colecciones del año en eventos privados hechos para sus clientes más importantes, usando a mujeres de carne y hueso como modelos para exhibir sus piezas, en aquel tiempo sin duda alguna fue una cuestión verdaderamente innovadora.
La moda parisina adoptó las presentaciones como estrategias de venta que hoy en día lo vemos en cada Fashion Week, tiempo después dichos eventos evolucionaron a desfiles acompañados de una producción similar a la que actualmente conocemos, además de Charles, personajes como Paul Poiret ayudaron a la transformación de estos desfiles.
Este modelo fue en ascenso en París, tanto que después llegó a Estados Unidos, especialmente en Nueva York, que ahora funge como una de las capitales de la moda. Estos eventos que en poco tiempo se convertirían en tradición, surgieron desde 1943 y se sostienen hasta la actualidad.
La moda, como ya lo hemos mencionado en columnas anteriores ha sido parte de más de una historia en la humanidad, ha sido testigo de cientos de sucesos que han marcado su trayecto. Quizá para muchos hablar de sus orígenes suene aburrido, podrá estar presente la frase ”no mires el pasado, enfócate en el futuro” cada vez que hablemos de la historia, nos hemos vueltos esclavos de la innovación y la modernidad, pero en algún momento la historia lo fue. No seríamos la industria que hoy conformamos cientos de personas, gracias a figuras que nos abrieron el camino que hasta el día de hoy seguimos recorriendo, la moda.
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