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La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a la firma de convenio que celebraron la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Economía del Gobierno de Sonora en el marco de la operación del programa “Las Jefas: Autogestoras de la Transformación Social”.
El objetivo del programa es brindar apoyos productivos y acompañamiento técnico que contribuyan al empoderamiento económico de las mujeres con un enfoque de igualdad de género. La importancia de programas como los proyectos productivos es que está comprobado que son efectivos, es decir, tienen un efecto en la mejoria de la calidad de vida de las personas que tienen acceso a ellos. Esto es importante si hablamos de que en el 34.3 por ciento de la población femenina en el Estado son jefas de familia y según cifras del INEGI hay 300,228 mujeres jefas de familia en Sonora.
Es importante resaltar que este fondo no es nuevo, es un recurso que se operaba con el programa “Soy Pilar” en la administración anterior, la diferencia radica en que es un relanzamiento de un programa que planea una nueva mirada del bienestar y que busca tener una mayor vinculación con las familias. Para lograr lo anterior, el seguimiento y la evaluación de los proyectos serán una prioridad para Wendy Briceño Zuloaga, secretaria de desarrollo social en el estado.
Lo anterior cobra sentido si tomamos en cuenta que a Briceño Zuloaga le toca recibir una secretaría con un diagnóstico de Coneval en el cual se indica que la SEDESSON cuenta con un rezago del 50 por ciento en reglas de operación en sus programas, un padrón de beneficiarios con el 70 por ciento y que, a decir de la Secretaría, en los hechos, este no rebasa el 50 por ciento. Además la institución está reprobada en reglas de operación de sus programas, lo cual deja una grave ventana para la opacidad en los manejos de recursos públicos, esto, aunado a que la transparencia en presupuesto apenas alcanza el 75 por ciento.
A decir de Wendy Briceño, las condiciones en las que se entrega la secretaría dejan de manifiesto que no se cumplía con la vocación de la institución y que es necesario recuperar la mirada de relevancia del trabajo que ahí se realiza.
Durante el evento de firma de convenio tuve la oportunidad de mantener una amena plática con Wendy, a quien agradezco la invitación, debo resaltar dos de las visiones que tiene de la secretaría que me parecieron muy relevantes porque representan, como ella lo dijo: “una sacudida y un relanzamiento” de la misma. La primera, ampliar las facultades que por Ley le corresponden a la institución para tener mayores posibilidades de acción y coordinación para combatir la pobreza. La segunda, comenzar a ver a las y los beneficiarios de los programas de desarrollo social como sujetos de derechos, es decir, la secretaría debe dejar de verse como una instancia que sólo brinda “apoyos” y recuperar su función de ser la encarga de hacer valer los derechos sociales de las poblaciones más marginadas en un Estado que debe garantizar por Ley estos derechos sociales.
Cabe aclarar que implementar una visión tan ambiciosa no es algo fácil y tendrá que ser de manera progresiva. Recordemos que según cifras de Coneval la pobreza aumentó en el Estado en un 40 por ciento, en sólo dos años, pasamos de 774 mil habitantes en pobreza en 2018 a tener 885 mil en 2020. Actualmente Sonora se encuentra como el tercer Estado de la zona fronteriza que necesita más recursos para abatir la pobreza.
Sin duda, la llegada de Wendy Briceño a la secretaría de desarrollo social puede ser uno de los mejores movimientos que ha realizado Alfonso Durazo. Ella ha recorrido, como pocas, las calles de Hermosillo y conoce lo que adolecen las familias sonorenses, sólo que ahora tendrá que ver por todo el Estado. Además, como diputada mantuvo su compromiso de volver a las colonias y escuchar a la ciudadanía, lo que le ha valido ser muy conocida y también le valió el triunfo de la reelección. He visto algunas críticas donde dicen que Wendy les puede “robar el mandado” a los demás funcionarios por su constante exposición mediática, antes como diputada y ahora como Secretaria. Me parece que no sólo les ha robado el mandado desde hace ya bastante tiempo, ahora está en una posición que por las características de la secretaría, la posicionan como el perfil más poderoso, políticamente hablando, del gabinete.
Históricamente la SEDESSON se ha visto como la Secretaria encargada de crear estructuras, que no son otra cosa que los padrones de beneficiarios. Si bien, la Secretaría busca beneficiar a las personas con mayor rezago social, es bien sabido que los padrones que se ven beneficiados por apoyos gubernamentales tienen también una significativa injerencia en los procesos electorales donde las y los candidatos del partido en el poder se ven beneficiados.
Si Wendy realiza un buen papel y logra recuperar el padrón en un 100 por ciento, sin duda podría tener una gran incidencia en los procesos electorales venideros. Para nadie es un secreto que en política quien controla las estructuras controla las elecciones.
¡Nos estamos leyendo!
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