La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, comunicó hoy que planea viajar pronto a México, Guatemala y posiblemente otros países de Centroamérica para hablar sobre cómo “hacer frente a las causas de raíz” que generan la migración irregular hacia el territorio que representa y que en los últimos meses ha reportado cifras históricas, especialmente de familias y menores de edad no acompañados.
Harris fue nombrada por el presidente Joe Biden como encargada de la misión de coordinar a Estados Unidos con México y naciones centroamericanas para frenar la llegada de extranjeros indocumentados que cruzan principalmente la zona del Río Bravo (o Río Grande).
La vicepresidenta aseguró en un encuentros con expertos en la región que por ahora no tiene planes de visitar la zona sur de su frontera, pero que sí tiene previsto hacer pronto su primer viaje al Triángulo Norte de Centroamérica, que incluirá paradas en México y Guatemala.
La segunda al mando en la Casa Blanca no aclaró si también visitará los otros dos países que forman el Triángulo Norte, que son Honduras y El Salvador, cuyos ciudadanos, junto a los de Guatemala, suponen la mayoría de los que llegan sin documentos a la frontera México-Estados Unidos.
Su decisión de no visitar la frontera, según Harris, es porque se trata del trabajo del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, mientras que la misión que asumió ella es la de “hacer frente a las causas de raíz” que generan la migración irregular.
Añadió que Estados Unidos tiene la oportunidad de proporcionar a los ciudadanos de Centroamérica “algún tipo de esperanza de que, si se quedan en casa”, las cosas pueden irles bien, pese a los altos niveles de violencia y pobreza en el Triángulo Norte.
El objetivo de Harris es determinar “qué puede hacer (Estados Unidos) para potenciar el desarrollo” en la región, un cambio que tardará tiempo en llegar, pero que pasa por combatir la corrupción, fortalecer la economía o aprobar reformas climáticas, subrayó.
La vicepresidenta se reunió en la Casa Blanca con varios expertos en migración, Centroamérica y desarrollo, entre ellos Dan Restrepo, que fue el principal asesor para Latinoamérica del ex presidente Barack Obama durante parte de su mandato.
A la cita también asistieron la asesora para Centroamérica de Oxfam, Vicki Gass; el presidente del Instituto de Política Migratoria con sede en Washington, Andrew Selee; la codirectora del grupo de trabajo para Latinoamérica, Lisa Haugaard, y Geoff Thale, el presidente de la independiente Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA, en inglés).
Además, estuvieron el director para Latinoamérica del centro de estudios Atlantic Council, Jason Marczak, y Carolina Herrera, especialista en la crisis climática y financiación verde en la organización Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.
Desde que Biden le encargó ocuparse del tema migratorio a finales de marzo, Harris ha conversado por teléfono con los presidentes de Guatemala, Alejandro Giammattei, y de México, Andrés Manuel López Obrador.
La semana pasada, el gobierno de Biden reveló cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172 mil en marzo, entre ellos casi 19 mil menores, números que son históricos.
La Casa Blanca ha insistido en que la frontera “está cerrada” y en que la mayoría de quienes lleguen sin documentos serán expulsados, pero eso no ha rebajado las llegadas a la zona limítrofe.
La administración de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadunidense (CBP, por sus siglas en inglés), que no están diseñados para niños.
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