Ciudad de México. La Cuarta Transformación de la nación continúa, no obstante la emergencia sanitaria, expuso hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acusó que sus detractores llegaron a inventar que su estado de salud -durante su etapa de confinamiento por el contagio de Covid-19- era delicado. De retorno a sus actividades tras la cuarentena, en la conferencia de prensa matutina en el salón Tesorería de Palacio Nacional, con amplitud refutó la campaña mediática de la oposición:
“La explicación es la de que no están de acuerdo con la transformación porque quieren seguir robando. Son muy corruptos, los conservadores son muy corruptos; además de que su doctrina es la hipocresía, tienen como distintivo el que son muy ambiciosos, su dios verdadero es el dinero. Entonces, los entiendo, son capaces de inventar cualquier cosa.”
El mandatario prodigó una respuesta concreta a quienes identificó como beneficiarios de la etapa llamada neoliberal (transitada durante 30 años, hasta el 2018). Dijo que en el entorno de crisis económica global, que se venía gestando desde 2017 por la confrontación China-Estados Unidos, sobrevino la pandemia por Covid-19, hechos a los que se ha enfrentado el proyecto de la Cuarta Transformación.
“No deja de politizarse el caso del Covid; y no sólo el caso del Covid, todo, porque nos agarró esta pandemia en el proceso de transformación del país. Recuerden ustedes que sólo ha habido tres grandes transformaciones en la historia de país: la Independencia, la Reforma, la Revolución y ahora estamos llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
“Entonces, esto, como es natural, provoca resistencias. Los que no quieren que haya cambios, los que quieren mantener el statu quo, los que quieren conservar, pues se oponen a la transformación y quisieran que fracasáramos en el proceso de transformar al país. Nosotros no podemos abandonar el propósito de transformar a México, porque eso es lo fundamental. Sí nos afecta mucho, desde luego, la pandemia de Covid-19, pero lo que más nos ha afectado y nos seguiría afectando, si se detiene la transformación, es la peste de la corrupción. Eso es lo que más ha dañado a México, eso es lo que ha dado al traste con todo, esa es la causa principal de la desigualdad social, de la desigualdad económica.”
Así, subrayó de entendible “que a los que vivían con privilegios en el antiguo régimen no les guste el que se lleve a cabo una transformación. No les gusta que se erradique, que se destierre la corrupción del país, no les gusta por dos razones: Primero, porque ellos se beneficiaban. ¿Cómo les va a gustar a los que no pagaban impuestos que se lleve a cabo una transformación, que implica dejar de condonar los impuestos a las grandes corporaciones? ¿Cómo les va a gustar a los que se dedicaban a saquear que continúe la transformación?
“Por ejemplo, no les gustó que envié una iniciativa de reforma al sector eléctrico porque se habían apoderado de la industria eléctrica las empresas particulares comprando, sobornando a autoridades corruptas. Empresas extranjeras como Iberdrola que, con un descaro sin precedente, contrata a la secretaria de Energía (Georgina Kessel) y la convierte en su empleada, y contrata a un expresidente (Felipe Calderón) como consejero de su empresa, mientras recibían contratos jugosísimos; y no sólo contratos para vender energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad, sino recibían subsidios. Por eso, en vez de bajar el precio de la luz, aumentaba cada vez más durante el periodo neoliberal. Entonces, ahora que enviamos esta iniciativa para que no sigan esos abusos, que no siga ese saqueo, pues se inconforman.”
Al señalar que un sector de medios de comunicación y propietarios de ellos, especuló y mintió sobre su estado de salud, y en el pasado -en los regímenes del PRI y del PAN- no publicaron información sobre los grandes evasores fiscales, que se llegaban a librar de pagar impuestos por cientos de miles de millones de pesos, expuso:
“Y quiénes son? Dueños de medios de comunicación. Como también entiendo a los intelectuales -para tratarlos bien- orgánicos. Imagínense la revista Letras Libres y la revista Nexos cuánto recibían si editaban periódicamente 10 mil ejemplares, todos se los compraba el gobierno. Pero no sólo eso, vendían libros, tenían el control de toda la intelectualidad. Para poder recibir una beca, un apoyo, se tenía que estar bien con los dos jefes de jefes: (Héctor) Aguilar Camín o Enrique Krauze. Y de ahí dependían todos, como la intelectualidad en el porfiriato, aunque era de mejor nivel aquella.
“De todas maneras, en los periódicos y en todas las publicaciones están dedicados a oponerse. Ellos son los que recomendaron que se unieran todos en contra de nosotros para que no ganáramos en la próxima elección el Congreso. ¿Y por qué no quieren que ganemos el Congreso? Pues para que el presupuesto siga destinándose a las minorías y que no se le apoye a la gente necesitada, al pueblo; para eso quieren ellos tener la mayoría, eso es lo que está de por medio”.
Vía: La Jornada
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