Por Jesús Donaldo Guirado
En la vorágine cotidiana es fácil soslayar aquello que no emerge a simple vista. Las tuberías, ocultas en el subsuelo, rara vez capturan nuestra atención; sin embargo, ahí se libra una de las batallas más torales para el porvenir de Navojoa. El ciudadano común no suele advertirlo, pero quien se acerca al trajín técnico del Oomapasn sabe que cada jornada implica reparar un tramo, sustituir un drenaje o, verbigracia, rehabilitar una rúa completa.
La reciente intervención en la avenida Mariano Jiménez —arteria crucial que enlaza comisarías y moviliza buena parte de la grey política y social del municipio— es un ejemplo indubitable de esta estrategia. El pavimento luce detenido, sí, pero no por desdén ni desidia: el organismo operador decidió cambiar gran parte de la tubería para evitar que las fallas permeen nuevamente y trastocen la vida cotidiana en unos meses más. Optaron por resolver desde la raíz, una decisión que en esta coyuntura resulta más sensata que cualquier artificio de reparación superficial.
No es un caso aislado. En varias colonias se repite el patrón: obras pausadas en la superficie porque debajo se está librando una labor colosal, muchas veces ingrata, pero imprescindible. Una apuesta insoslayable si Navojoa quiere, finalmente, encaminarse al tan mentado “siguiente nivel”.
El alcalde ha pedido paciencia. Y aunque la paciencia sea un recurso escaso en tiempos de exigencias inmediatas, conviene sopesar el argumento: el vital líquido es el corazón de cualquier desarrollo urbano. Sin agua potable confiable, toda pretensión de progreso queda en lo espurio y lo efímero.
Al frente del Oomapasn, el director Artidoro Lagarda Yescas encabeza una incursión que ha llegado, como él mismo ha aireado en distintos corrillos, hasta el último rincón del municipio. Allí donde la red estaba fatigada o anegada, el organismo ha buscado restituir, con la mayor pulcritud posible, un servicio que durante años quedó menguado.

Artidoro Lagarda Yescas.- Soluciones duraderas
El camino aún no está exento de desafíos. Pero sería una falacia negar que Navojoa avanza en un rubro que durante décadas fue relegado a la penumbra presupuestal. Hoy, la administración apuesta por consolidar una infraestructura menos vulnerable, aunque a veces el ciudadano solo vea tierra removida, calles abiertas y un compás de espera.
Aun así, frente a una obra pública que suele extraviarse entre discursos y maledicencias, es refrescante constatar que, bajo nuestros pies, hay una labor que exuda seriedad y propósito. Y eso, en el contexto político actual, ya es decir mucho.
Navojoa avanza en silencio bajo sus calles. Aunque el ciudadano no siempre lo note, el trabajo del Oomapasn está atacando problemas de raíz y preparando una mejor infraestructura para los próximos años. Es una labor que exige paciencia, pero que deja claro que la administración está apostando por soluciones duraderas y no por arreglos momentáneos.

Lazaro Ariel Parra Portillo.- Inversión en seguridad
Un impulso necesario para la seguridad de Navojoa
En medio de un año complejo, Navojoa recibe una noticia que cae con verdadero alivio: el fortalecimiento de su capacidad operativa en materia de seguridad. Esta semana se entregaron siete motocicletas a la Comisaría de Seguridad Pública, un recurso valioso por sí mismo, pero que no fue lo más relevante del anuncio.
El alcalde adelantó que en enero llegarán 20 patrullas tipo pick up y 14 motocicletas adicionales, una inversión que representa un salto importante en la cobertura y la velocidad de respuesta. No se trata solo de sumar unidades; se trata de darle estructura a una estrategia que busca que la ciudad se sienta más acompañada y protegida.
El comisario Lázaro Ariel Parra Portillo no ocultó su entusiasmo. Explicó que estas nuevas herramientas permitirán alcanzar zonas estratégicas que antes resultaban complicadas de cubrir con prontitud. Tener más movilidad, afirmó, es clave para garantizar un bienestar que la ciudadanía exige desde hace tiempo.
Las motocicletas recién entregadas estarán destinadas a reforzar algunas comisarías, pero también responden a una necesidad puntual: la llegada de turistas durante la temporada decembrina. Con mayor flujo de visitantes, la ciudad requiere presencia policial más dinámica, capaz de entrar en calles estrechas, moverse entre el tráfico y atender emergencias sin retrasos.
Este esfuerzo no solo moderniza la flota; también envía un mensaje claro de que la administración municipal está decidida a mejorar la seguridad sin excusas. A veces la confianza se construye con acciones concretas, y hoy puede decirse que Navojoa avanza en esa dirección.
El refuerzo a la seguridad con nuevas motocicletas y patrullas muestra que el Ayuntamiento está decidido a responder con hechos. Con más movilidad y mayor presencia policial, Navojoa se prepara para brindar tranquilidad tanto a sus habitantes como a quienes visiten la ciudad en esta temporada.



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